Artículo publicado en Medium el 1 de junio de 2017.
Sorry, no English translation.
La Red Española de Asociaciones de Diseño se dispone a solicitar el ingreso en el Bureau of European Design Associations. Buen momento para hacer un repaso de la participación española en la historia de BEDA.
¿Qué es BEDA?
BEDA, Bureau of European Design Associations, fue fundada entre 1969 y 1970 y tiene su sede en Bruselas. Según se dice en su website, BEDA se creó para garantizar un enlace permanente entre sus miembros y las autoridades de la Unión Europea con el fin de comunicar y promover el valor del diseño y la innovación en la economía europea. Sus objetivos son:
- Mejorar la conciencia y la comprensión del valor del diseño.
- Fortalecer la capacidad del sector del diseño para satisfacer las necesidades futuras.
- Fortalecer la capacidad de diseño entre las empresas de la UE.
- Defender el diseño para la renovación del sector público.
- Promover el diseño como un nuevo enfoque para la formulación de políticas.
¿Qué países formaron BEDA?
BEDA surgió en el contexto de la entonces llamada Comunidad Económica Europea, como una iniciativa de las asociaciones nacionales de diseñadores de Bélgica, Alemania (Federal), Francia, Italia y Holanda, con la asociación británica como observadora. La ampliación de la CEE de 1973 permitió la incorporación efectiva de las asociaciones de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca.
En 1982 se crea el Registro BEDA de diseñadores europeos, la primera declaración de mutuo reconocimiento entre profesionales de distintos países en el ámbito del diseño. En aquel momento, BEDA estaba formada por 10 asociaciones de los países ya citados (Holanda y Alemania contaban con dos asociaciones cada una, diferenciando diseño gráfico e industrial). A estas alturas es fácil suponerlo: ninguna asociación española figura entre sus miembros por aquellas fechas. España acaba de salir del franquismo y prácticamente solo el FAD sostiene la bandera del diseño desde Barcelona.
Entrada de España en BEDA
Si esperamos a 1988, encontramos ya incluidas en BEDA a las asociaciones de diseño industrial y de interiorismo del FAD (ADI FAD e INFAD) pero no a ADG FAD, la asociación de diseño gráfico. En su lugar aparece ADP, otra veterana agrupación de Barcelona. La situación es claramente irregular: España es el único país con 3 asociaciones miembro, y empieza a ser patente que además no tienen un ámbito representativo nacional, ya que las asociaciones regionales que van surgiendo por todo el territorio estatal empiezan a interesarse por participar en BEDA.
Dossier de BEDA de 1988
Parece lógico que BEDA presionara a las distintas asociaciones españolas para exigir un único interlocutor, a semejanza de lo que ocurría con el resto de estados miembros. Sin embargo, nuestro país estaba muy lejos de poder constituir una asociación estatal. A mediados de los 80 se funda en Madrid la Asociación Española de Profesionales del Diseño (AEPD, hoy disuelta), pero es incapaz de atraer a los profesionales de las diferentes comunidades autónomas, que ya se están organizando en otras iniciativas regionales.
Spanish Designers
La solución que se pactó para permitir la pertenencia a BEDA de los diseñadores españoles fue el ente Spanish Designers, presidido por Carlos San José (de la Asociación de Diseñadores de Euskadi, EIDE), con sede en ADCV (Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana), y cuyo representante fue Francisco Carrera, que llegó a ocupar el cargo de presidente de BEDA entre los años 2000 y 2003. Durante un tiempo, esta fórmula fue la única presencia española en BEDA, seguida de la incorporación del Barcelona Centre de Disseny (BCD), ya que se abre la puerta también a las entidades de promoción del diseño. Es importante destacar que entre los años 2013 y 2015 la presidencia de la organización europea es asumida por Isabel Roig, Directora General de BCD.
Captura del website de BEDA de 2008, mostrando la ficha de Spanish Designers
¿Y si nos ponemos de acuerdo?
Desde la creación de Spanish Designers son muchos y frustrados los intentos de constituir una verdadera federación nacional de asociaciones de diseño, como forma de obtener una representatividad estatal en foros como BEDA, y una interlocución unificada frente a las Administraciones. Mientras tanto, BEDA cambia su política y empieza a aceptar múltiples instituciones por cada país; en 2009 vuelve a inscribirse ADP y se incorpora como entidad de promoción el Ddi, la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Diseño y la Innovación (también hoy desaparecida). En 2010 desaparece Spanish Designers como miembro de BEDA, y en 2013 se incorpora Surgenia, el Centro Tecnológico Andaluz de Diseño. Como puede verse, desde 2010 hasta la actualidad, la Asociación de Diseñadores Profesionales es la única asociación profesional española en BEDA.
Finalmente, tras varias intentonas fallidas, en 2010 se firma el acta fundacional de la Red Española de Asociaciones de Diseño Gráfico, Interior y de Producto (READ), que reúne, además de a ADCV y a EIDE, a las asociaciones andaluza (AAD), Murciana (DIP) y madrileña (DIMAD). Posteriormente se van incorporando las asociaciones de Asturias (AGA), Cuenca (Cuenca Diseño), Galicia (DAG), Extremadura (DIEX) y Soria (DIS). Tras estos primeros años de recorrido, y una vez READ ha logrado una cierta representatividad (limitada sobre todo por la ausencia de asociaciones catalanas), READ ha solicitado el ingreso en BEDA, según la decisión tomada por su junta directiva.
¿Qué podemos esperar?
BEDA, hoy en día, ya no es solo una federación de asociaciones profesionales, sino sobre todo un lobby o grupo de interés. Junto a las 17 organizaciones profesionales, BEDA cuenta con 28 entidades de promoción, y se centra principalmente en la definición de políticas de diseño.
La divulgación, actualmente, no es uno de los puntos fuertes de BEDA. Pese a la importancia de la existencia de una asociación europea del sector y al peso que BEDA tiene en la promoción de políticas de la UE en materia de diseño e innovación, no existe mucha información públicamente accesible acerca de la historia, funcionamiento y actividad de la organización. No es posible acceder a sus estatutos y reglamento, ni es fácil saber en qué proyectos concretos está trabajando y de qué manera. Aunque tiene presencia en las redes sociales (Facebook, Linkedin, Flickr)* sus noticias y publicaciones se refieren mayoritariamente a actividades de sus socios, y muy poco a las directamente relacionadas con BEDA.
Espero que la incorporación de READ a BEDA favorezca una mayor comunicación de la institución hacia los profesionales del diseño y los ciudadanos en general. Las cuestiones que más afectan a la profesión han de ser decididas de forma colectiva por los interesados, y deben influir en las políticas de nuestros países. Finalmente, confío en que este paso suponga un mayor reconocimiento del sector del diseño español en Europa.
(*) Corrijo: aunque no están enlazadas desde su web, BEDA también dispone de cuentas en Twitter e Instagram.